CINEMA PARADISO: un tributo para los cinéfilos.

Maria Camila
3 feb 2017
2 Min. de lectura

Giuseppe Tornatore • 1988 • Italia • GÉNERO: Melodrama • SUBGÉNERO: Comedia •

Muchas son las películas que hacen del mundo y el hombre una metáfora, pocas son las que nos hacen llorar; Cinema Paradiso es una de ellas. Giuseppe Tornatore supo cómo exaltar el ciclo de la vida, en este filme que en 1988 recibió un Oscar y un Globo de Oro a mejor película extranjera.

Esta historia trata temas tan básicos de la existencia como la amistad, el amor, la madurez, los sueños, la censura, el sentido de la vida y la muerte, por lo que el espectador no se libra de pensar en las posibilidades de que su vida sea una película.

Narrada desde las memorias de su protagonista, son las aventuras de Salvatore (Totó) y Alfredo, un niño y un viejo que crean fuertes lazos de amistad en un pequeño pueblo en la Italia de la post-guerra, donde una pantalla y un cinematógrafo cambian la vida de los habitantes.

El escenario por excelencia: Cinema Paradiso, aquel teatro del pueblo en el que nunca cabía un alma de más y donde se proyectaron los mejores filmes de la época, aprobados por el padre Adelfio, quien tenia un tendencia a prohibir las escenas de besos, que luego el travieso Totó se robaba. Todo este universo hace de esta historia un tributo a la evolución y la magia del cine.

Esta película es ademas una fiel radiografía del pueblo italiano y los efectos de una guerra que dividió las mentes de aquel país. Por ende, la famosa escena en la que el Cinema Paradiso arde en llamas, para más tarde convertirse en el Nuovo Cinema Paradiso, parece ser una metáfora al renacimiento de aquella sociedad que resurgió de las cenizas y evoluciono rápidamente con el tiempo.

Estos cambios se reflejan en la vida de pequeño Totó, quien encontró en Alfredo, el único proyeccionista del pueblo, una figura paterna, un hombre que lo guió y le enseño que la vida no es como en las películas, la vida es mucho más dura, pero aun así, lo que terminemos haciendo debemos hacerlo con amor. Así podemos seguir, las diferentes edades e inconvenientes que el protagonista debió enfrentar para convertirse un día muy lejano en un aclamado director de cine.

Cinema Paradiso es mi opinión una obra de arte en todo su esplendor. Una película con todos los ingredientes de la vida, que sin caer en estereotipos nos hace reflexionar sobre todo o sobre nada, con uno de los finales más agridulces e infinitos en la historia del cine.

Igualmente es una pieza esencial en la lista de un cinéfilo. Todo esto sin mencionar la sublime banda sonora de Ennio Morricone y la necesidad de ver este largometraje de 124 minutos antes de morir.

Los genios...