Los 400 Golpes: Truffaut y su obra maestra
- Maria Camila
 - 2 may 2017
 - 4 Min. de lectura
 
Francia. 1958. 97 min. B/N.
Director: François Truffaut.
Guión: François Truffaut y Marcel Moussy.
Fotografía: Henri Decae.
Música: Jean Constantin.
Intérpretes: Jean-Pierre Léaud (Antoine Doinel), Albert Remy (Julien Doinel), Claire Maurier (Gilberte Doinel), Guy Decomble (Profesor de francés), Yvonne Claudie (Sra. Bigey), Pierre Repp (Profesor de inglés), Patrick Auffay (René), Georges Flamant (Sr. Bigey), Robert Beauvais (Director de la escuela), Jacques Monod (Policía), Claude Mansard (juez), Jean-Claude Brialy (El conquistador), Jeanne Moreau (La joven del perro)

Si bien entendía la Nueva Ola francesa desde la perspectiva de Á bout de souffle (1960), me hacia falta conocer el apellido Truffaut y la película Los 400 Golpes. Decidí verla porque para comparar la película El Odio, de todo el repertorio de François, esta era la única en blanco y negro. El resultado fueron varios momentos: uno de fascinación narrativa, con el guión, y otro donde me sentía distante del protagonista. Sin embargo logramos conectar con un final glorioso.
Este largometraje ganó el gran premio al mejor Director en el Festival de Cannes 1959, y fue el primero de este cineasta. Es la historia de Antoine Doinel (Jean-Pierre Leaud,), un niño de 12 años, desencantado con el trato que le dan los adultos a su alrededor, quienes le hacen tomar malas decisiones. Ellos lo ven como un chico problemático, por ende, tras una serie de decisiones paulatinas, terminará en un reformatorio, del cual logra huir para ver el mar. Está dedicado a André Bazin, el influyente crítico de cine francés que tomó a un Truffaut sin padre bajo su brazo en un momento en que el joven parecía estar entre la vida como cineasta y la vida en problemas.
El cineasta nos presenta al profesor como primer sistema opresor, "el descanso es un premio, más no un derecho", esta frase resume la relación entre en pequeño y este hombre, que jugaría un papel fundamental. Pues Antoine decide mentirle en una ocasión y decir que su madre a muerto, tras faltar un día al colegio, para no tener falla. Sin embargo, sus padres se enteran y esta pequeña mentira propulsa un nuevo giro a la historia.
El espectador se siente impotente porque conoce el secreto que esconde el niño: su madre engaña a su padre. Ella es consciente de que ha sido descubierta, y cambia de forma radical su actitud con Antoine, e incluso lo chantajea con dinero, bajo la excusa de que es un incentivo para que mejore sus notas en clase. Por otro lado, la figura del padre empieza como un hombre cariñoso y divertido, pero se convierte en un ser distante, no por culpa del niño, sino por las sospechas del padre ante un posible engaño de su mujer. Es un tipo bastante agradable, y trata al muchacho en una manera amistosa aunque él no esté profundamente unido a él.
Lo único positivo en su vida son su amigo René y la obra de Balzac. Le encanta Balzac y Le ama tan bien que, cuando se le asigna para escribir un ensayo sobre un acontecimiento importante en su vida, describe "la muerte de mi abuelo" en una paráfrasis cercana de Balzac, cuyas palabras se han alojado en su memoria. No es visto como un homenaje, sino como plagio, y conduce a más problemas y, finalmente, a una espiral descendente: él y un amigo roban una máquina de escribir, se queda atrapado tratando de devolverlo y es enviado a la casa de detención juvenil.
Sus padres le dan la espalda, queda a merced de los servicios sociales. Su madre le habla con tristeza de las autoridades como una causa perdida, por esto lo mandan a una comisaría, lo colocan en una celda, más tarde en un carro de policía con Prostitutas y ladrones, para ser conducidos a través de las calles oscuras de París.
Sin embargo, no todo es tragedia, hay momentos de alegría. El momento más feliz de la película viene después de uno de los errores absurdos de Antoine. Enciende una vela a Balzac, que pone en llamas al pequeño santuario de cartón. Sus padres apagaron las llamas, pero luego por una vez su exasperación se convierte en perdón, y toda la familia va al cine y se ríe en el camino a casa.
En comparación con El Odio, lo primero que observe fue que esta película comenzaba con la imagen de la Torre Eiffel, a diferencia de El Odio, en la que ni siquiera creemos estar en Francia, y mucho menos en la idealizada París. Existen planos en los que Antoine camina solo por las calles, al igual que Vinz, Said y Hubert, pero a comparación de estos segundos, Antoine sí tiene cosas por hacer, no está sumido en la mitad de una batalla entre policías y pandillas, pero está sometido al tedio de una vida "común".
Otra similitud es el manejo que le dan los dos cineastas a los espacios pequeños. Truffaut maneja con maestría el reducido espacio del apartamento, y más aún el cuarto de Antoine. Mientras Kassovitz realiza una escena excepcional donde los tres personajes están en un baño público, y un hombre les habla de la nada. Además, Una vez el pequeño se encuentra tras las rejas del centro para jóvenes delincuentes, el niño hace sus primos cigarrillos, al igual que Hubert en el Odio.
Y a pesar de haber sido rodadas en blanco y negro, a comparacion de El Odio, en los 400 golpes funciona como un matizante de la soledad en la que vive inmerso el personaje, en lugar de servir como capa de ajuste para dar la ilusión de igualdad entre tres culturas diferentes.
Una escena construida de manera interesante, sucede cuando la psicóloga entrevista a Antoine y el dice : "a veces digo la verdad pero ellos no me creen, así que prefiero mentir". Y en esta última parte descubrimos que el sabia todo el tiempo, que su madre lo había querido abortar. Sorpresa para el espectador que recibe esta noticia, y también se entera de que el hombre que pensábamos era su padre, es en realidad su padrastro.
Todo esto, fusionado con las desgracias que ha vivido, hacen que este personaje encuentre su libertad, tras las rejas. Pues de no haber ido al reformatorio, no podría haber corrido hacia el mar. Y supongo que ahora tendré que verme los episodios de L'amour á vingt ans, Besos robados, Domicilio conyugal, La noche americana, L'amour en fuite, con este mismo actor a los 30 años.

























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